Día Mundial del Malbec, la cepa con la que Argentina conquistó al mundo

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Es el vino preferido por los argentinos y por millones de paladares alrededor del mundo.  Su tremendo éxito lo ubicó entre los vinos más buscados del planeta hasta convertirlo en un símbolo de nuestros país. Hoy y toda esta semana, el Malbec se convierte en la estrella indiscutible de la vitivinicultura mundial.

Orígenes

El origen del Malbec se encuentra en el sudoeste de Francia. Allí se cultivaba este cepaje con el que se elaboraban vinos denominados “de Cahors” por el nombre de la región, reconocidos desde los tiempos del Imperio Romano. Estos vinos se consolidaron en la Edad Media y terminaron de fortalecerse en la modernidad.

fines del siglo XIX y de la mano de los inmigrantes italianos y franceses, la vitivinicultura creció de manera exponencial y, con ella el Malbec, que se adaptó rápidamente a los diversos terruños que proponía nuestra geografía donde se desarrolló, incluso, mejor que en su región de origen. De esta forma, con el tiempo y con mucho trabajo, se perfiló como uva insignia de la Argentina.

¿Qué significa Malbec?

La referencia histórica más antigua de la palabra “malbec” data del apellido de un viverista húngaro llamado Malbek, quien fue el primero en plantar la vitis vinífera que da como fruto esta uva, primero en el sudoeste francés y luego la esparció por toda Francia. El apellido húngaro se convirtió en “mal bec” que significa “mal pico” en francés aludiendo al sabor áspero con el que se expresaba la uva en Francia. Más tarde, otro viverista francés la llevó a la zona del río Gironde en Burdeos donde se expresó mucho más amable. En la zona de Cahors se la denominó “Auxerrois”, “Côt” en el Valle del Loire, en Australia “Portugal Malbec” y en Portugal, “Tinta Amarelha” entre sus 400 sinónimos, (incluyendo “Malbec”, “Malbek”, “Malbeck” y “Pressac”).

¿Por qué celebramos su día?

Esta cepa llegó en 1853 a nuestro país de la mano del francés Michel Aimé Pouget (1821-1875), un agrónomo contratado por Domingo Faustino Sarmiento para llevar adelante la dirección de la Quinta Agronómica de Mendoza.
Siguiendo el modelo de Francia, esta iniciativa proponía incorporar nuevas variedades de cepas como medio para mejorar la industria vitivinícola nacional. El 17 de abril de 1853, con el apoyo del gobernador de Mendoza, Pedro Pascual Segura, se presentó el proyecto ante la Legislatura Provincial, con vistas a fundar una Quinta Normal y una Escuela de Agricultura. Este proyecto fue aprobado con fuerza de Ley por la Cámara de Representantes, el 6 de septiembre del mismo año.

¿Dónde se cultiva en el país?

Podemos asegurar que hay al menos una planta de Malbec en cada región vitivinícola del país. Su superficie cubre unas 41.300 hectáreas (INV) y representa el 19% del total cultivado en el país. Mendoza produce 9 de cada 10 botellas de Malbec, le siguen San Juan, Salta, La Rioja y Patagonia. Un dato para destacar es que su cultivo trepa hasta los 3111 metros de altura en Payogasta, Salta, por lo que se le considera el viñedo más elevado del mundo.

Caracteristicas del vino tinto Malbec
Cepa emblema de Argentina Un vino tinto que junto al Bonarda – Cabernet Franc – Cabernet Sauvignon – Merlot – Pinot – Sangiovese – Syrah – Tannat – Tempranillo integra los distintos cepajes de vid tinta, tiene su nacimiento en Francia (zona Bordeaux) donde tuvo un desarrollo del cepaje no muy destacado pero que en Argentina (principalmente en la Provincia de Mendoza) hallo las condiciones ecológicas ideales para ser hoy el cepaje emblemático de la Argentina y reconocido por expertos como “el mejor del mundo”. La producción del Malbec se ha visto mejorada por el sistema de riego “por goteo” que a pesar que exige una mayor inversión inicial, habilita áreas en zonas de montañas que antes se consideraban inaccesibles. Los Países productores de vino del nuevo mundo (NWWP sigla en ingles) formado por Nueva Zelanda – Australia – Sudáfrica – Uruguay – Argentina – Chile – Estados Unidos – Canadá – Brasil y México han logrado una muy buena producción tanto en calidad como en cantidad atendiendo con esmero el trípode productivo conformado por: Agrícola + Técnico + Humano. Siendo esta organización que los une la que ha dado progresos significativos en la tipificación de los vinos y una valoración importante a la producción de origen para atender tanto el mercado nacional como el internacional. El Malbec tiene un color rojo profundo, rubí intenso, bordó; el aroma es a frutas salvajes y frutos secos también se observa aromas florales (la vainilla aparece por la oxidación en toneles de roble cuando se estaciona). El sabor de los vinos Malbec son cálidos, suaves y con taninos dulces agradable.

Un vino varietal de Malbec se presenta de color rubí con reflejos violáceos de capa profunda y en los Premium aparecen reflejos bien violáceos y pronunciados. Los de Valle de Uco (Mendoza) y los de Cafayate o Yacochuya (Salta) llegan a las tonalidades de tinta oscura o “tiñe dientes”. En nariz los descriptores típicos son las notas a frutas rojas. La más emblemática: la ciruela en todas sus representaciones: fresca, madura, en compota, mermelada, etc. Otros descriptores que acompañan a la ciruela son la guinda, la frambuesa y algunas notas florales. En los vinos de guarda aparecen notas a pimienta como característica. En los Malbec del Valle de Uco aparece casi siempre la nota a menta, característica de la zona. Por último, al beber un Malbec notamos una característica distintiva respecto de otras cepas y es la suavidad de sus taninos que hace que el vino sea bebible pronto sin tanta estiba en bodega, todo esto siempre y cuando la uva haya sido cuidada desde la planta hasta llegar a ser vino embotellado.

¿Cómo maridar un vino malbec?

En la mesa combina muy bien para acompañar carnes rojas a la parrilla y/o “al asador” (trozo de carne en especial costillar, corderos, cerdos , chivitos extendidos en una cruz de hierro que se entierra y se somete al fuego de leños).

Es sabido que uno de los mejores maridajes es el regional. Un malbec joven sin madera (los hay muchos) es ideal para acompañar con un típico asado de cuero gauchesco. Si tenemos la posibilidad de probar empanadas salteñas nada mejor que un buen malbec cosecha 2000. Para un ragout de corderito patagónico nada mejor que un joven exponente de la zona de Río Negro y para cerrar, como vino tinto licoroso (de postre) les recomiendo un vino dulce 100% Malbec de Mendoza el cual puede ser acompañado por una macedonia de frutas sanjuaninas con salsa de ciruelas caliente.

 

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