A principios de febrero, el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) de Argentina oficializó el nombramiento de tres nuevas Indicaciones Geográficas (IG) para el vino argentino: Tamberías, Sorocayense e Hilario, ubicadas en Calingasta, San Juan.
Estas tres se suman a las dos IG previamente demarcadas en la zona: Barreal en 2012 y Valle de Calingasta en 2013.
El proceso hacia la oficialización de estas nuevas IG comenzó en 2022 con el impulso de la Municipalidad de Calingasta, junto con productores vitivinícolas locales y el vicepresidente del INV, Hugo Carmona Torres.
La Municipalidad de Calingasta tenía como objetivo principal promover el enoturismo en la zona, convirtiéndose así en el primer municipio argentino en solicitar la protección de sus vinos a través del nombramiento de una IG. Hasta ahora, todas las gestiones habían sido iniciadas por entidades privadas.
El proceso de consolidación de una IG comienza con la solicitud de una bodega, viñedo o asociación de promoción vitivinícola previamente inscrita en el INV.
Esta solicitud debe estar acompañada de informes y estudios climáticos y de suelo que destaquen las características diferenciales de la indicación geográfica en potencia.
En el caso de que la IG solicitada sea una marca comercial, la ley prohíbe al INV reconocerla, a menos que el titular de la marca lo autorice expresamente.
En este caso, es responsabilidad del interesado obtener la autorización correspondiente.
Calingasta: Una Zona Vitivinícola en Crecimiento
En los últimos años, Calingasta se ha convertido en una zona vitivinícola emergente de alta calidad.
Ubicada entre los 1300 y 1700 metros sobre el nivel del mar, se encuentra entre la cordillera frontal y la precordillera, en la confluencia de los ríos Calingasta, Los Patos y Castaño, que forman el río San Juan. Esta ubicación proporciona a la zona un fácil acceso al agua de riego.
Dos de las nuevas IG, Sorocayense y Tamberías, se encuentran en la margen izquierda del río Los Patos, caracterizadas por viñedos de plantación más reciente.
Por otro lado, Hilario, en la margen derecha, se destaca por sus viñas antiguas.
El clima de Calingasta se caracteriza por un promedio anual de precipitaciones de apenas 80 milímetros, sumado a la protección contra la humedad que ofrece su ubicación entre cordilleras.
La amplitud térmica es muy marcada, lo que resulta en un alto riesgo de heladas pero también propicia el desarrollo de vinos con excelente maduración fenólica y fresca acidez. Los suelos son pedregosos, con escasa presencia de materia orgánica.
