La historia de los vinos “italianos” hechos en Mendoza

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Federico Isgró y Santiago Bernasconi le dieron rienda suelta a Bira Wines, un proyecto vitívinícola propio de una novela del gran Edmuno De Amicis.

Para qué sirve la memoria, si no es para recordar aquellos momento y personas que marcaron a fuego el destino de nuestras vidas. Otras vidas que nos transformaron y nos influenciaron, y nos convirtieron en el presente que somos. Para hacernos continuadores de un legado.

Por lo menos de esa forma lo entiende Federico Isgró, un profesional mendocino del mundo de la vitivinicultura, pero fundamentalmente un hacedor de vinos con memoria.

Isgró, lleva adelante por estos días, un emprendimiento vitivinícola que es distinto en el más amplio sentido de la palabra, porque junto a su socio y amigo Santiago Bernasconi le dieron rienda suelta a Bira Wines (Bernasconi-Isgro- República Argentina).

Según explica Federico, este es el proyecto de sus vidas, ese en el que tiene una buena corazonada, y que por el momento los hace felices y los contiene profesionalmente.  

Federico Isgró y santiago Bernasconi.

“Con Santiago nos conocimos trabajando en la Patagonia y nos hicimos amigos, compartimos charlas, vinos, comidas y entablamos una muy linda amistad. Decidimos después de un tiempo hacer un proyecto en conjunto y nació Bira Wines, es el proyecto con el que pretendemos  no solo terminar nuestra carrera profesional sino que en ese camino disfrutarlo y que realmente tenga sentido”, explica el winemaker.

Pero vamos a hablar de los vinos de Bira, y qué eso que los hace únicos. “El driver en común fue hacer un vino que tenga la explicación en las raíces italianas que nos unen”, cuenta uno de sus ideólogos. Y agrega: “Los abuelos de Santiago y mi viejo son italianos y tenemos una relación muy cercana a la inmigración, sumado a que yo viví en Italia por cinco años”.

Haciendo un flashback cabe destacar que Federico entró al mundo de los vinos de la mano de su labor en un vivero, lo que le permitió viajar por distintas regiones del mundo además de capacitarse en lugares de importancia internacional. Luego, se instaló con su familia en Italia, donde trabajó en una bodega en la Región del Véneto, mientras a la par hizo algunas contra cosechas en Argentina y Chile. Y por otra parte logró una maestría en la Universidad de Siena. El tiempo lo depositó nuevamente en Mendoza y es en 2017 que comienza con Bira Wines.

Al estilo de la Toscana, pero de acá

Federico Isgro recuerda los comienzos del proyecto y esa intensión de lograr eso que tanto quería,  un vino al estilo italiano pero elaborado en Mendoza. En esa calibración de paladar y estilo probaron muchos vinos italianos y empezaron definir el vino que querían. “Siempre buscamos lograr una  interpretación súper correcta de lo que sería un vino de la Toscana pero elaborado en  Mendoza.  Si trazamos una cruz de la región donde más nos gustan los vinos de Italia y la trasladamos a Mendoza, agro-climaticamente esa cruz cae en el Valle de Uco, entonces la búsqueda fue por una parte sencilla porque era buscarla allí, pero esa teoría en la práctica costó mucho, nos hay mucha variedad Sangiovese en el Valle de Uco, pero al fin apareció y es de ahí que el principal Sangiovese de Bira sale de una finca de La Arboleda, en Tupungato,  de plantas de 49 años”, destaca.

La Toscana, Italia

La base de los vinos de la primera generación de Bira, en homenaje a los inmigrantes, es precisamente cortes de Sangiovese con Merlot y Syrah, en diferentes formas de elaboración y crianza.

Ya la segunda generación son blends con base de  Malbec con Sangiovese, Merlot, Syrah y Cabernet Franc, vinos que salen bajo los nombres de Tanito y el Tano,  en alusión a los propios elaboradores.

“Nosotros buscamos homenajear los orígenes, no solo del inmigrante italiano, sino toda la inmigración europea y lo que vivió esa gente. ¿Quién no se ve reflejado en un inmigrante?”, reflexiona Federico.

Como de la pluma de Edmundo de Amicis

Otro punto y aparte son los nombres y las etiquetas de los vinos, un canto a la creatividad y una apelación a la nostalgia. “Cada etiqueta la hicimos con un ilustrador que nos captó muy bien la idea, por ejemplo nuestro Rosso Di Uco muestra en su etiqueta la imagen de una campiña toscana con el Cordón del Plata de fondo”, se emociona Isgró. Es como contar prácticamente una historia en una imagen, la del inmigrante partiendo de Italia y recalando en estas latitudes.

Una de las geniales etiquetas inspiradas en el buque Ugolini Vivaldi.

Otra historia linda es la del vino Brunetto, inspirado en el cocinero del barco en donde vino su padre de Italia, un tipo compinche, noble, como lo es el vino también, con una etiqueta que muestra el barco que trasladó al propio padre de enólogo desde la Península. Y así como en un cuento, como sacado de la pluma de Edmundo De Amicis aparece otro de sus vinos de la primera generación, Bin Otto, que muestra en el frente de su botella el Hotel de los Inmigrantes,  en Retiro,  donde llegaban para dormir los inmigrantes para luego de salir a buscar trabajo por Buenos Aires.

Los elegidos del enólogo

Es muy difícil determinar para un hacedor su vino preferido, pero Federico Isgró se anima. “Cada uno en su rango de precios tiene una personalidad definida. El que más me gusta a es el Brunetto, es muy especial”.

Sobre los reconocimientos de sus vinos dice: “ Somos un proyecto a la vieja escuela,  y la idea es comunicar lo que hacemos siendo consecuentes año a año cada vez mejor siempre por reconocimiento de los consumidores y de la prensa.  Estamos haciendo dos vinos muy especiales dos proyectos, pero aún no tenemos definido cuando saldrán a la luz”

El vino de “El Toro”

Por otra parte, Isgró lleva adelante el proyecto de elaboración de vinos del futbolista de Inter y de la Selección Argentina, Lautaro Martínez. “En lo personal, he tenido la suerte de poder elegir y de encontrarme con gente muy buena en importantes desafíos técnicos, como hacer vino en Calingasta en Altura o el caso de Lautaro y Agustina (Gandolfo), son todos desafíos muy lindos, placenteros”, destaca.

En el caso del vino de Lautaro Martínez es un desafío desde lo enológico porque vamos a trabajar con una plantación de Malbec del año 1929, de Las Compuertas, un  viñedo sumamente antiguo y de calidad excepcional. El desafío es poder expresar lo mejor de ese viñedo e interpretar esa calidad y representarla con la tipicidad y elegancia que puede tener una viña tan antigua.

Concretamente lo del proyecto fue casual, lo conocí a Andrés Gandolfo, el papá de Agustina, la esposa de Lautaro,  en una salida a la montaña y de ahí entablamos una relación muy linda, cuando empezaron el proyecto me llamaron para hacer una par de preguntas y seguimos  en contacto y después ya directamente me ofrecieron hacerme cargo de la enología del proyecto y estamos en ese barco todos juntos”, detalla..

Los vinos de Bira

Rosso Di Uco

Es un vino de corte clásico con base Sangiovese y otras variedades internacionales complementarias como Syrah y Merlot. En su crianza se utilizan barricas usadas con el fin de preservar la fruta y la expresión de lugar. Notas típicas a frutas rojas, notas balsámicas y te negro. Es un vino intenso pese a su juventud. En boca es ágil, pero con un final largo y persistente.

  • 2018
    92 Puntos guía Descorchados 2019 – Patricio Tapia
  • 2019
    92 Puntos guía Descorchados 2020 – Patricio Tapia
    92 Puntos James Suckling, 2020 Report
    92 Puntos Tim Atkin, 2020 Report

Brunetto

Inspirado en grandes vinos, es otro corte de base Sangiovese, en este caso con Syrah y Merlot co-fermentados. Luego de la fermentación alcohólica realiza la fermentación malo-láctica en barricas de roble francés, donde permanece por 12 meses antes de su corte final y embotellado.
En nariz presenta notas a moras, cerezas y otras frutas rojas, junto a aromas terrosos. Tiene una textura carnosa mientras se mantiene ágil, y con un final largo y placentero.

  • 2018
    93 Puntos guía Descorchados 2019 – Patricio Tapia
    93 Puntos James Suckling, 2020 Report
    16.5 Puntos Jancis Robinson – 2020
  • 2019
    94 Puntos guía Decorchados 2020 – Patricio Tapia

Bin Otto

Para este vino se seleccionan los mejores racimos, se fermenta en pequeños bins en presencia de levaduras nativas, realiza la fermentación malo-láctica en barricas nuevas de roble francés de 500L, y permanece ahí por entre 12 y 14 meses antes de su embotellado. Representa la máxima expresión de un corte clásico, en el Valle de Uco.
Atractivas notas a rosa, cerezas negras, tabaco y te negro. De estilo clásico, austero en su juventud, con tensión y estructura que augura una buena evolución.

  • 2018
    95 Puntos guía Descorchados 2019 – Patricio Tapia
    93 Puntos James Suckling, 2020 Repor
    16 Puntos Jancis Robinson – 2020
  • 2019
    95 Puntos guía Decorchados 2020 – Patricio Tapia

Tanito

Tanito es un Tano chiquito.
Es la versión mas cercana,
menos estructurada y fresca.

Es como se conoce afectuosamente a un Tano, o a un hijo de éste. Es una versión mas cercana, menos estructurada y mas fresca.
Las tres variedades que participan en este corte son Malbec y Cabernet Franc de Gualtallary, con Sangiovese de viñas antiguas de La Consulta. Las tres variedades fermentan por separado con levaduras nativas, y solo un porcentaje del vino es criado por 12 meses en barricas de roble francés usadas. El resto permanece en tanque, a la espera del corte final y embotellado.

  • 2018
    90 Puntos Tim Atkin, 2019 Report
  • 2019
    92 Puntos Tim Atkin, 2020 Report
    92 Puntos James Suckling, 2020 Report

Tano

Tano es un vino
elegante y clásico.

Tano era el sobrenombre que se le daba a los inmigrantes italianos genéricamente, tiene su origen en que la mayoría de los que vinieron a nuestro país eran del sur, Napolitanos, o simplemente Tanos. Para Tano hemos elegido complementar un Malbec de Gualtallary, con Sangiovese de viñas antiguas de La Consulta, y Syrah y Merlot de Tupungato, todo localizado dentro del Valle de Uco. Realiza la fermentación alcohólica en pequeños bins, y malolactica en barricas nuevas de roble Frances de 500L donde permanece por 12 meses antes de ser embotellado.
Es un vino muy particular, elegante y complejo, donde las cuatro variedades juegan un rol en el corte, y donde las cuatro se complementan a la perfección. Frutas rojas y negras frescas, carne, te negro. Equilibrado en boca, potente pero fresco.

  • 2018
    93 Puntos James Suckling, 2020 Report
  • 2018
    92 Puntos Tim Atkin, 2020 Report

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