Con fronteras cerradas, el turismo sufrió como ninguna otra actividad el fuerte impacto de la pandemia, y sueña con la reactivación para 2021. Mientras tanto, encontró en el enoturismo una puerta entreabierta que pronto se puede abrir de par en par.
A pesar de que desde el Ministerio de Turismo se mostró fuerte entusiasmo un año atrás por la atracción que generaba el enoturismo principalmente en los turistas brasileños que visitaban nuestro país [ver »], y abría grandes expectativas, la situación sanitaria producida por la pandemia de Covid-19 en el mundo hizo que se cerrara el ingreso de extranjeros y desbarató toda la planificación prevista para un año de crecimiento, especialmente impulsada por la alianza entre el Mintur, INAVI y ATEU, la Asociación de Bodegas Turísticas de Uruguay (conocida como Los Caminos del Vino), que recién comenzaba a dar frutos con la concreción de un proyecto de difusión a través del Wine Truck.
Pues el verano cerró con la peor noticia, y coincidentemente con lo que deberían haber sido las celebraciones por la vendimia, el enoturismo se quedó literalmente sin público durante gran parte del año. De a poco, con la implementación de protocolos, las bodegas fueron abriendo sus puertas al público local.
A las limitaciones sanitarias, se le sumó una billetera bastante más estrecha que es la que maneja el uruguayo, y no fueron pocas las bodegas que rediseñaron toda su unidad de negocios de turismo para adaptarla a las posibilidades reales del público local. “El negocio se cayó totalmente”, nos dijeron, “el uruguayo gasta un tercio de lo que gasta un turista extranjero”. Hubo achiques en personal, y aún subsiste en la mayor parte de los casos una reapertura que está circunscripta a los fines de semana.
En sentido opuesto, se anotaron algunas ventajas: a diferencia del de playa, el turismo enológico es desestacionalizado, y si bien tiene su temporada fuerte junto con el ciclo de la vid (de setiembre a abril), en años anteriores las bodegas han venido llevando a cabo festivales y convocatorias durante todo el año. Tanto es así, que a partir de las primeras temperaturas amables, contaron con el punto a favor de que están basadas en actividades al aire libre. En segundo lugar, es un paseo familiar, los niños lo disfrutan tanto como los adultos. Además, es cerca: las bodegas están a pocos kilómetros de las grandes ciudades, y el costo de traslado es razonable.
Bodegas del Uruguay percibió esta tendencia en su Agenda semanal, hubo un fuerte repunte a partir de octubre en las propuestas propias de las bodegas, con precios adaptados, pero lo que más nos impactó fue la adhesión de las agencias de viajes, que inhibidas de continuar con su función emisiva y receptiva, se inclinaron a explorar opciones de turismo rural, pero muy especialmente en enoturismo.
Un Winebus te lleva y te trae
Una de ellas fue Red Travel, que desprendió el proyecto en su totalidad bajo el nombre Winebus. Fuimos en su busca, y dialogamos con Damián Zlatkin y Gabriel Jakubowicz.
“Pasó lo inevitable. La facturación de las agencias cayó a cero”, comenzó explicando Damián. “El turismo uruguayo es 100% carretero, y no pasa por las agencias. Teníamos que inventar algo para mantenernos, y creamos Winebus, que ofrece un paquete integral de enoturismo visitando un establecimiento por mes. Comenzamos con Castillo Viejo, Varela Zarranz y Artesana. En diciembre visitaremos Moizo”.
En la cadena de servicios, todos ajustaron: el transportista, la bodega y también la agencia. El margen que se obtiene hoy es mínimo, pero los mantiene visibles y preparándose para el futuro. “No todos los uruguayos pueden pagar 70 dólares por comer un almuerzo de cuatro pasos en una bodega. Algunas lo entendieron y bajaron, hay otras que todavía no”, explica Gabriel. “Teníamos el producto en preparación, y lo que hicimos fue aplicarlo al público local. Nuestro objetivo es atraer gente que no está en el mundo del vino, joven, nueva, para vivir un día diferente, y cerca”.
Apelamos a redes sociales, creamos una web básica que nos dio la posibilidad de una transacción rápida con forma de pago con tarjetas de crédito y Mercado Pago, y además nos contactamos con influencers que no tienen nada que ver con el vino. Acertamos, nos está dando muy buen resultado”, concluye Damián, y agrega: “Hoy no nos mueve la aguja, pero priorizamos no destruir el producto. El turismo interno nos da exposición, contenido, una gimnasia con las bodegas que construye una relación hacia adelante. Nos prepara para el futuro”.
A raíz de sus precios razonables, todas las convocatorias venden el 100% de la capacidad permitida por el aforo que determina el protocolo. La buena noticia es que el público entendió que para poder conseguir su lugar, debe realizar sus reservas con más anticipación. “Esto obliga a las bodegas a poner fechas de forma anticipada, y ya estamos armando el calendario de visitas que realizaremos para la vendimia 2021”, dice Gabriel.
La planificación anticipada, esencial para un viaje programado por una agencia de turismo, era algo que las bodegas nunca habían tenido en cuenta, y llegó para quedarse.
Una visión diferente
En una situación similar se encontró Yorugua Viajes, pero desde un punto de vista distinto, pues su target es (y lo fue por más de 30 años) el turismo interno. La empresa dirigida por Mauro Sanguinetti y Javier Fernández Goñi sigue haciendo lo mismo, pero con nuevas ideas, sumando más productos.
“Estuvimos seis meses muertos, y estimamos que para setiembre o arrancábamos o nos fundíamos”, dice Mauro. “Fue como pensamos, en setiembre nos reactivamos y notamos que vendemos mucho más que antes”.
Su público era en su mayoría mayor de 60 años, pero ahora cambió. “Algunos más mayores nos escriben y nos dicen ‘no viajo más’… como contrapartida hay familias jóvenes que se están animando y se incorporan, consultan precios y se anotan. La gente quiere viajar”.
En sus programas hay propuestas variadas, últimamente les ha ido muy bien con programas de trekking. En enoturismo, el planteo es complementar las visitas por un día a una bodega con alguna otra atracción en turismo rural. Por ejemplo, tienen un programa con bodega Pizzorno + estancia Taranco, otro de bodega Moizo + humedales de Santa Lucía. También van a Garzón y a Artesana.
“Para 2021 tendremos una oferta mayor”, dice Javier. “El año próximo vamos a generar paseos de tres días donde se visite una bodega por día. En febrero haremos Colonia, con bodegas Los Cerros de San Juan, Viñas del Quintón y Fripp, y en marzo otro similar con tres bodegas, pero a Carmelo”.
Por la calidad del servicio que brindan, que es su mayor prioridad, tienen un público bastante fiel, y se cruza de una actividad a la otra. Son verdaderos clientes, que continúan prefiriendo sus viajes.
Puntos en común
Como conclusión, destacamos dos aspectos positivos.
El primero de ellos, es comprobar la capacidad de resiliencia de las agencias de viajes que no bajaron los brazos y se adaptaron a la situación coyuntural. “Lo que no te mata, te fortalece”, dice el refrán, y aplica perfectamente a esta situación. Todos los programas continuarán cuando retornen los turistas del exterior.
El público uruguayo va a conocer lugares que antes no conocía. El que nunca había visitado una bodega, es bastante probable que se entusiasme por el enoturismo. Es un año diferente, de público diferente.
Se espera que el trabajo en conjunto entre INAVI y el Ministerio de Turismo produzca resultados positivos, más allá del anunciado censo de bodegas turísticas, hoy el trabajo de las agencias de viajes que se dedican al enoturismo requiere, como mínimo, que se le otorgue mayor publicidad al trabajo que llevan a cabo, y que en este momento carece de visibilidad, a excepción del que realizan un puñado de comunicadores privados, entre ellos, Bodegas del Uruguay.
Las bodegas turísticas también son para el verano
Con propuestas al aire libre, para almorzar bajo los árboles, degustar buenos vinos y recorrer los viñedos antes de una nueva vendimia, bodegas de Montevideo, Canelones, San José, Colonia, Maldonado, Artigas y Paysandú dejan claro que el enoturismo también es para el verano.
A tomar nota:
Montevideo
Bodega Bouza
La bodega ofrece visitas guiadas para compartir su historia, sus vinos, la cocina de su restaurante y un hermoso atardecer.
Abre sus puertas viernes, sábados y domingos, con degustaciones y almuerzos en su restaurante a partir de las 12:00 h, y visitas guiadas por la bodega a las 11:30 y 16 horas.
Para reservas: 2323 4030 / 095 400 030
Bodegas Carrau
La tradicional bodega de Colón ofrece una visita a más de 265 años de tradición familiar, con una recorrida por su antigua cava y la posibilidad de conocer diferentes métodos de elaboración.
La bodega invita a rescatar historias de la familia Carrau que heredó el arte de la uva y el vino, rodeados de árboles, viñedos y aromas.
Para reservas: 091 950046 / [email protected]
Familia Dardanelli
La bodega de La Paz propone conocer su casco antiguo y las nuevas instalaciones con tecnología de última generación, además de disfrutar de los paisajes y vivir la naturaleza.
El tour incluye, que requiere reserva previa, incluye recorrida por la bodega junto a un integrante de la familia que le transmitirá al visitante la pasión por el trabajo, y una degustación de sus vinos seleccionados.
Para reservas: 091 691 640 / [email protected]
Bodega Spinoglio
La invitación de Spinoglio es a conocer su tierra de vinos, su historia y sus proyectos, donde el visitante podrá realizar un tour guiado por el establecimiento, degustar sus vinos o disfrutar de un almuerzo en el restaurante MonfrÀ.
Todas las experiencias incluyen recorrida didáctica guiada por el viñedo, la bodega y la cava. Además, disponen de bicicletas para adultos y niños.
Abierto de viernes a domingos.
Para reservars 099 322 309
Bodega Beretta
La bodega de Melilla ofrece un brindis de fin de año los sábados 12 y 19 de diciembre al mediodía con cupos muy limitados.
La actividad, que incluye recorrido y degustación de vinos, se desarrollará en el Parque centenario de la Bodega, para compartir sabores típicos de la región.
Para reservas: 097 037 534
Canelones
Castillo Viejo
La bodega de Las Piedras tiene un plan para el 5 y 6 de diciembre, que combina almuerzo, música y vino.
Para el sábado 4, propone un almuerzo en su cava, con degustación de línea de vinos y la música en vivo del grupo Charme.
El domingo 6, la invitación también incluye almuerzo, recorrido y degustación, esta vez con la música de Dos Guitarras.
Para el domingo 20 de diciembre, en tanto, la bodega ofrece el mismo plan del mediodía con la presencia en vivo del grupo Polifonía.
Para reservas: 092 022776
Familia Moizo
La tradicional bodega de Progreso tiene para sus visitantes una visita a sus viñedos, explicación guiada de sus procesos de producción de uvas y vinos y un recorrido por el casco antiguo del lugar y el museo creado por el enólogo de la familia.
Con un menú “fatto in casa”, Familia Moizo propone una visita a la tradición italiana de su origen.
Para reservas: 098 144 491
Maldonado
Bodega Garzón
Garzón ofrece una serie de experiencias, entre las que se destacan: tour con degustación, picnic entre viñedos con una apetitosa canasta con queso, pan, aceitunas, frutas, agua y vinos; menú de 4 pasos en el restaurante; clases de cocina para conocer los secretos de Francis Mallman; paseos privados con almuerzo exclusivo; la posibilidad de que el visitante prepare su propio blend y experiencias de senderismo por el privilegiado entorno de la bodega.
Para todas las actividades se requiere reserva previa con al menos 24 horas de anticipación.
Para reservas: 4224 4040
Bodega Oceánica José Ignacio
Esta bodega, emplazada sobre la ruta 9, propone un paseo campestre que incluye un recorrido por su original parque de esculturas, visita a la bodega y la almazara, degustación de vinos oceánicos, cata lúdica de aceites de oliva y tabla de quesos, jamón serrano, olivas, panes caseros y frutos secos.
La visita se completa con una recorrida por la huerta orgánica, el lago y su muelle de avistamiento.
Para reservar: 097 380 611
Alto de la Ballena
En un entorno privilegiado, esta bodega tiene para sus visitantes distintas opciones de paseos con degustación que incluyen tablas de quesos y panes.
Para reservar: 094 410 328
Viña Edén
Con todos los protocolos sanitarios, Viña Edén recibe a sus visitantes viernes de 12 a 18 horas y sábados de 12 a 19, para disfrutar de un maravilloso entorno y la particular arquitectura de la bodega.
Las visitas requieren reserva previa
Para reservar: 092 552 300 / [email protected]
Colonia
Viñedos y Olivares del Quintón
El establecimiento ubicado en el Paraje del Quintón recibe a sus visitantes con distintas experiencias. Entre ellas, propuestas individuales y familiares con visita a la bodega y la almazara, degustaciones y/o almuerzo; recorridos en bicicleta; compartir un cordero con amigos o disfrutar de un picnic en el campo.
El lugar ofrece además la posibilidad de realizar actividades corporativas exclusivas como convenciones, reuniones ejecutivas, capacitación y viajes de incentivos.
Para todas las actividades se requiere reserva previa: 4520 3418 / 096 118 192
Bodega Zubizarreta
En una antigua residencia, esta bodega de auténticas raíces vascas propone una degustación completa con 3 vinos a elección, acompañada de una tabla de quesos, fiambres, empanadas de copetín y bocados dulces, además de un recorrido por la bodega y los viñedos.
Para reservas: 099 280 264 / [email protected]
Narbona Wine Lodge
En un entorno colonial que mezcla vinos, quesos y otros productos de la tierra, Narbona propone distintas experiencias que incluye degustación de quesos y vinos, recorrida por la bodega, maridajes con tapas, picnic en los viñedos, además de la posibilidad de almorzar en el almacén.
Todas las actividades requieren reserva previa: 4544 6831 / [email protected]
Bodega Fripp
En su recién inaugurada bodega boutique, Fripp abre las puertas a sus visitantes para contarles de primera mano los secretos del lugar, realizando un recorrido guiado por la bodega acompañado por uno de los dueños.
El paseo incluye degustación de vinos con una vista exclusiva a los viñedos, además de la posibilidad de almorzar o cenar en la terraza.
Para reservas: 099 935 861 / 099 579 157 / [email protected] / [email protected]
Bodega Los Pinos
Esta bodega de Nueva Helvecia propone contar historias sobre el vino y su cultura, la producción regional, el saber de sus habitantes, variedad y riquezas de sus productos.
La invitación es a viajar con los sentidos con vinos, quesos y chocolates, en una particular mezcla de tradiciones.
Para reservas: 099919557 – 4554528
Campotinto
Pasar Nochebuena y fin de año en una bodega de Carmelo es la idea original de Campotinto para estas fiestas.
La propuesta puede incluir o no el alojamiento en la posada y contempla cena y degustación de vinos de la bodega.
Para reservas: 4542 7744 / [email protected] / [email protected]
San José
Rovere
La visita a esta bodega incluir desde un recorrido por viñedos y bodega con dos copas de vino de cortesía y productos caseros de la zona, hasta una visita con degustación completa y tablas de quesos y fiambres.
De 11 a 17 horas con reserva previa.
Para resevas: 098522361 / [email protected].
Paysandú
Bodega Falcone
En esta bodega del norte, el visitante puede conocer la historia de la familia, sus viñedos y su bodega, acompañada por una degustación de vinos con picadas y bocadillos caseros.
Para reservas: 4722 7718
Rivera
Bodega Cerro Chapeu
Tour por los viñedos y exterior de la bodega seguida de una copa de cortesía en la boutique.
Reserva previa con al menos 48 horas de anticipación: [email protected]
Artigas
Casa Tannat
La bodega del departamento más al norte de Uruguay cuenta con una amplia variedad de propuestas para disfrutar de sus vinos en un particular entorno.
Las ofertas van desde una recorrida con degustación hasta un menú criollo con maridaje.
Solo con reserva previa: 092 465 056
Fuente: Nota completa extraída de www.bodegasdeluruguay.com.uy/ e INAVI.
Fotos: WineBus e INAVI.
