François Lurton es la cuarta generación de viticultores de una familia de Burdeos activa desde 1897. Cuenta con viñedos en España, Chile y Francia, además de Argentina.
En una entrevista a fondo publicada por el portal Elcorreo.com pondera los vinos argentinos y sus consumidores.
“Los argentinos están muy orgullosos de sus vinos, no gastarán mucha plata en un vino francés o chileno pero sí en uno suyo. En Buenos Aires hay una venta impresionante de vinos muy caros. En Chile, toman vino, un vinito, les gusta, es habitual, pero no gastan en vino, para ellos es algo simple, parte de la vida, y no se les ocurre gastar. Un francés, si no tiene dinero, dejará de comprar mantequilla, pero no vino”, asegura Lurton que llegó a la Argentina allá por 1996 y fundó la Bodega Piedra Negra, en Vista Flores, Tunuyán, Mendoza.
Sobre su manera de trabajar, advierte: “No voy con ideas preconcebidas. Me gusta primero descubrir lo que hacen los otros. Aprendí más de eso que de mis padres, y eso que de ellos aprendí muchísimo, todo lo básico. Viajando he descubierto variedades diferentes, otras maneras de trabajar los viñedos, estudié la irrigación y eso me hoy permite volver a Francia con medidas que necesitaremos para bajar los niveles de alcohol”. Y agrega: “Me mueven las ideas nuevas y poder aplicarlas a lugares que están encerrados en la tradición. Eso hicimos mi hermano y yo en Rueda: casi una revolución. Fuimos pioneros del verdejo moderno. Lo mismo en Valle de Uco, en Argentina, que hoy es el mejor viñedo de Argentina. Es interesante estar al inicio de algo“.
Y vuelve sobre el caso de Argentina. “La densidad de plantación y la irrigación serán las que salven todo. ¡Por fin lo aceptaron! Si no, todo iba a morir”. Asegura que eso lo aprendió en Argentina. “Eso salvará al vino del Viejo Mundo”, remarca.
