A través de una transmisión en vivo, Harden pudo rápidamente ser tendencia en las redes sociales de China y posicionar su marca de vinos.
En un asombroso giro de los acontecimientos, la estrella indiscutible de la NBA, James Harden, ha manifestado su perplejidad tras ser testigo de la adquisición de 10.000 botellas de su exclusivo vino de marca en cuestión de segundos por parte de devotos seguidores chinos. Este extraordinario fenómeno subraya la dimensión colosal que ha alcanzado la retransmisión en directo en la nación asiática, donde el baloncesto ostenta un lugar de devoción entre las masas.
En una jornada sin precedentes, el veterano alero de los Philadelphia 76ers se unió el martes pasado a la transmisión en vivo de la influyente celebridad virtual conocida como Crazy Brother Yang. El propósito de esta colaboración fue la promoción en vivo del exquisito vino de su marca homónima, J-Harden. La emisión en línea logró captar la atención de un espectacular aforo de 15 millones de telespectadores, según informó el respetado tabloide estatal Global Times.
Este excepcional evento no solo pone de manifiesto la estrecha confluencia entre el mundo del deporte y la esfera del comercio, sino que también refleja la fascinante intersección del poderoso influjo mediático y la creciente apetencia por productos de alta calidad en la sociedad china contemporánea. Con millones de aficionados al baloncesto, el país asiático ha demostrado una vez más su entusiasmo sin igual por los íconos del deporte, y su habilidad para transformar instantáneamente la promoción en un fenómeno de compra masiva.
La adquisición fulgurante de 10.000 botellas de vino J-Harden es un testimonio vívido de la ferviente pasión que los seguidores chinos sienten por su héroe en la cancha y más allá de ella. El magnetismo de Harden ha demostrado ser un imán no solo para las hazañas atléticas, sino también para los productos que llevan su nombre. Esta impresionante proeza comercial, habilitada por la magia de la retransmisión en vivo, consolida aún más la posición de Harden como una figura influyente en el corazón y en los estantes de los consumidores chinos.
“¿Cuántas botellas vende normalmente en un día… de una tienda?”, le preguntó Yang a Harden, quien respondió: “Algunas cajas”.
Yang luego le dijo a la estrella que mirara qué tan rápido podían venderlos. “Muéstrame”, respondió Harden, sentándose con los brazos cruzados.
“¿Listo? ¡Vamos!”, les dijo Yang a los espectadores. Solo 14 segundos después, gritó: “¡Paren!”.
Con 5.000 pedidos realizados a US$ 60 por dos botellas, según Global Times, las ventas rápidas ascendieron a US$ 300.000.
“¡No puede ser!”, dijo Harden, mientras revisaba el monitor de una computadora antes de estallar en risas y aplausos.
La transmisión en vivo de Harden rápidamente fue tendencia en las redes sociales chinas, y algunos seguidores bromearon diciendo que debería jugar en China en lugar de estar en la NBA y cosechar los beneficios de su base de seguidores allí.
