Historias de cuando el vino transciende las copas y se hace canción

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Un sonoro viaje en el que descubriremos vinos sumergidos en melodías que cuentan historias de amor, ciudades y porque no, de vinos.

Por Dani Marín (*). Especial para El Malbec

En esta oportunidad vamos a presentar dos historia. La primera es Mañana en el Abasto, sin duda una de las letras más bonitas que se pueden escribir, dedicadas a un barrio y a las calles de Carlos Gardel, con el hoy desaparecido mercado de Abasto.

La Historia de Resero comienza en el año 1936, año de su fundación por las familias Vázquez y Montilla, en la provincia de San Juan.

El vino Resero se populariza en toda Sudamérica por sus distintivos anuncios publicitarios en televisión y en equipos de fútbol como el del club atlético Boca Junior.

Retrato poético de Luca Prodan con versos como: “Hombre sentado ahí, con su botella de Resero”, publicado por la banda Sumo en el disco After Chabón del año 1987.

Su historia empresarial es un reflejo de la Argentina con luces y sombras, lo que no le ha impedido que se convirtiera en todo un clásico.

Instantánea de “Hombre sentado ahí, con su botella de Resero”, imaginemos una mañana de sol, y la botella de vino Resero blanco, de uvas dulces coloreadas por el sol cuyano y el fresco agua de los Andes.

Joaquín Sabina, en su bella canción 19 días y 500 noches, cuenta con todos los ingredientes de una fantástica historia de amor, donde nos cuenta en una de sus estrofas: “Y por esas ventas de Fino La Ina”.

Sutilmente nos conecta con el mítico vino jerezano Fino La Ina y los pueblos blancos del sur de España, con sus típicos bares que llaman Ventas en los que se degusta por copas los históricos vinos Andaluces, como el Fino La Ina.

Vino Fino La Ina se elabora en las bodegas Pedro Domecq en la localidad de Jerez de la Frontera, provincia de Cadiz, fue fundada por el emprendedor irlandés Patricio Murphy, en el año 1730.

Siendo en la actualidad la bodega con más solera de Jerez de la Frontera, ostenta una arquitectura típica bodeguera del marco de Jerez. Conserva su nombre desde la incorporación a la bodega de Pedro Domecq en el año 1816.

Fino vino del misterio de la flor, es decir una familia de levaduras que se desarrollan sobre la superficie de manera espontánea durante toda su crianza en las legendarias botas de Jerez.

vinoemusica

Se elaboran con la uva blanca Palomino. Tienen poco color, en boca es seco, con una distintiva y grata acidez frutal. Graduación que ronda entre 14, 5° y 15, 5° de alcohol.

Vinos melódicos, que transitan en silencio a través de canciones, universos paralelos donde todo es posible, al menos con una copa de vino.

(*) Sommelier mendocino radicado en Ourense, Galicia (España).

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