La consigna “Vino sin tabú” fue clave para motivar a tres amigos a expresar su amor por el vino y difundirlo sin tapujos y con todas las libertades a las que ellos estaban acostumbrados a vivir en su día a día.
Es por ello, que en su Mar del Plata natal empezaron a gestar una idea que le permitiera a la gente disfrutar de una buena copa de vino tanto como ellos la disfrutaban.
Bajo este concepto y de la mano de Mariano Basso, su pareja Estefania Ramos y su amigo Agustín “Turco” Cairo (integrante de Agapornis), nació The Wine Bar (TWB). El primer bar de Argentina que sirve el vino a través del sistema Wine On Tap (de grifo) o, bien, desde barriles.
“TWB nació con el vino como protagonista, pero con un formato parecido a una cervecería”, cuenta Mariano Basso a El Malbec sin que le tiemble la voz al referirse a la enemiga pública número uno de la bebida nacional.
Hoy TWB se expandió y pegó el salto desde “La Feliz” hasta el corazón del porteño barrio de Palermo (Gorriti 5646), donde decidieron instalar su segundo local. “Al principio tuvimos mucho miedo de la expansión, pero a su vez teníamos muchas ganas y sabíamos que era una gran oportunidad para nosotros”, asegura Basso.
“Cuando se preguntaron por qué un bar de vino tirado. La respuesta fue automática: ¿Y por qué no?, recuerda Basso. “Investigamos al respecto y los beneficios de un bar de este tipo eran muchos: económicos, ecológicos y Enologicos, entre otros. Tras tres años de pruebas y cuando ya teníamos todo listo, el INV (Instituto Nacional de Vitivinicultura) nos bajo el pulgar. Desde nuestro comienzo, el mundo vitivinícola intento imponernos reglas. Nosotros vamos por otro camino, por el contrario, porque en nuestros locales queremos que el cliente disfrute el vino en locales con onda y sin parámetros”.
A pesar de ello, fue el mismo INV que habilitó tiempo después la venta de de vinos en barriles de acero inoxidable, latas o garrafas.
El arribo a la Ciudad de Buenos Aires significa una experiencia integral basada en la sustentabilidad, gastronomía y arte. “La finalidad es que el público se vaya del lugar con un conocimiento nuevo respecto a este apasionante mundo”.
“El formato wine on tap utiliza, al igual que la cerveza, un barril. Estos vienen directamente de las bodegas que son proveedoras. Luego, el vino se envasa en los kegs (barriles de acero inoxidable) y, a medida que se extrae, el barril se completa con gas argón, lo que evita el ingreso de oxígeno y que el vino se deteriore. Los barrilles se “pinchan” de la misma forma que los de cerveza y el vino sale por el grifo metálico directamente a la copa ($130-$150)
Otra modalidad del servicio es el tradicional vino por botella y vino servido por wine dispenser (unas heladeras que mantienen botellas a temperatura y que sirven el vino directo a la copa)”.
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A estas opciones se le suman dos más. La primera es la de vino servido desde el grifo en un “wine egg” -un recipiente con forma de huevo y con una capacidad de medio litro ($400). Mientras que la segunda variante es en barrilitos de dos litros ($1500).
Según los creadores de TWB, el la actualidad el envase y la presentación es lo que encarece el producto. En el caso del vino; el vidrio, corcho, etiqueta, cartón suma el 50% del costo de un vino de gama media. Con Wine On Tap se reduce ese costo considerablemente, generando un precio súper competitivo.
Una de los beneficios del sistema es que no hay que preocuparse por una botella abierta que disminuya en calidad y pierda perfiles de sabor. El vino en barril se mantiene fresco, desde la primera copa hasta la última. No hay oxidación, no hay descorche, no hay deterioro.
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Los Vinos
Hoy en día, cualquiera que pase por el salón de TWB en Palermo puede disfrutar de vinos como un Chenin Blanc y un Tintillo de Santa Julia o un Cabernet Sauvignon orgánico de Bodega Niven.
Bodega Vicentín está presente en los grifos de TWB con un Chardonnay y Bodega Las Perdices con un red blend especial compuesto por Malbec, Cabernet Franc y Petit Verdot.
Sin embargo en la web del bar aseguran que la lista de vinos es rotativa y que ofrecen más de 20 por copa y carta de vinos en botellas con bodegas de todo el país.
Además, la Bodega Maal Wines es quien produce con exclusividad un Malbec y un Clarete de Malbec (BRUTAL) para TWB. “En este momento nos encontramos realizando nuestra propia línea de vinos con la colaboración de Juan Suárez (De Finca Suárez) y Santiago Garriga (De Traslapiedra). Estos estarán disponibles bajo el nombre Psyco Anarchy Wines”, cuenta Mariano.
A la oferta de vinos, se le suman cervezas que se sirven de la misma manera que los vinos, tragos y aperitivos. Cualquier cliente que lo desee puede tomar una buena copa de vino como también un fernet con Coca Cola o un Sodeado, el tradicional vino con soda.
Gastronomía y algo más
El bar ofrece una propuesta gastronómica simple y no necesariamente ligada a conceptos o maridajes. La carta es sencilla aseguran sus dueños. Basada en tapas de autor y otros platos creativos, pero con una impronta callejera y pensada para atraer un amplio espectro de consumidores, tanto por los precios como en la cantidad de los platos y originalidad de los mismos.
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No seguimos parámetros de maridajes establecidos, ni “alta” cocina, sino por el contrario platos comunes sin prejuicio.
Hay tapas de tipo street food para compartir, hay hamburguesas, pizzas, con precios bastante accesibles.
Al aspecto gastronómico lo acompañan espectáculos musicales que le agregan un toque especial al local.
Además, una de las principales condiciones en la construcción de los locales es la búsqueda de la sustentabilidad en el desarrollo de los mismos. En este sentido han usado materiales usados, reciclados y los reutilizamos, tales como el mueblerio que es elaborado con madera usada recuperada de obras en demolición y construidos en taller de pequeño productor de la zona del Faro de Mar del Plata.
Actualmente y con miras a una futura expansión, Basso asegura que han recibido algunas propuestas de franquicias en otros lugares y que están con muchas ganas de expandirse. “Sería muy lindo llegar a La Plata, Bariloche, Córdoba y Mendoza. Nos gusta agrandarnos, queremos armar una revolución”, expresa entusiasmado.
