Matías Michelini, viticultor comprometido con todo lo que le rodea, de extrema sensibilidad, con una capacidad de interpretar el paisaje diferente, cualidad que expresa a través de sus vinos.
Explorador incansable de los viñedos ancestrales del mundo. En uno de sus viajes a España, fue invitado a Galicia concretamente a la región del Ribeiro, denominación de origen que junto a las de Jerez y Rioja son las más históricas de España.
Tan solo con una mirada al valle de Castrelo de Miño, quedó fascinado por la belleza paisajística y de tanta historia contenida en sus viñedos. El lema de Matías es “Sé realista, pide lo imposible”, para un mendocino montaraz, acostumbrado a ir más allá, no hay imposibles y en la vendimia del año 2017, elaboró sus primeros vinos en el Ribeiro.
Como es la comarca vinícola del Ribeiro
Ribeiro, significa ribera del río, ubicada en el borde noroccidental de la provincia de Ourense. Es un lugar mágico donde el tiempo parece haberse detenido, con valles encantados, de pequeñas aldeas con casas de piedra, estrechas callejuelas, montañas repletas de diminutas parcelas de viñedos vecinales, que se pierden sobre los ríos Miño, Arnoia, Avia y Barbantiño.
Proyecto
La bodega se llama “O Morto Wines” y el proyecto “Tiro al Blanco”, ideado por Matías Michelini junto a sus socios Sergio Cortés y Alejandro González. Proyecto que se sustenta por 4 hectáreas de pequeñas fincas, con una gran diversidad de variedades autóctonas como las blancas, Treixadura y Godello, y las tintas Mencía y Brancellao.
Los vinos
Están a punto de ser comercializados, son vinos de pequeñas parcelas, que transmiten la estética del lugar, encauzados por todo el conocimiento de Matías Michelini.
Vinos de suelo de granito, con influencia de vientos atlánticos, mucha luz y un factor fundamental que marcan los vinos elaborados por Matías es la frescura de la altura y la energía del agua, ya que es una región con muchos ríos como protagonistas.
Retrato
Matías Michelini, puro como el deshielo de los Andes, enérgico, reforzado por el sol cuyano, desafiante como el viento zonda, viajero como el agua de las acequias, cultivador de frutos entre el cielo y la tierra, de trato antiguo y las puertas de su pago siempre abiertas.
Por: Daniel Marín
