“Fleur de Miraval” forma parte de la marca de vinos que en 2012 crearon el actor y Angelina Jolie. Solo se producirán 20,000 botellas.
Se trata de un rosado, 75 % Chardonnay maduras y 25 % Pinot Noir jóvenes, que supuso cinco años de investigación y degustación realizados en secreto. Se tiene previsto que el lanzamiento será el próximo 15 de octubre con un precio oficial de 340 euros (400 dólares) por botella.
Aunque en la campaña de lanzamiento de la bebida aparece solo el actor, “Fleur de Miraval” forma parte de la marca de vinos que en 2012 crearon Angelina Jolie y Pitt. Por ello, el proyecto corresponde a las familias Pitt-Jolie, que a su vez se han unido a otras dos: los Perrin y los Péters, ambas relacionadas con el mundo del vino y el champán.
Este nuevo producto se basa en el éxito de Château Miraval, que desde 2012 produce aclamados vinos rosados de Provenza.
Como informó Decanter.com en febrero de 2020, los copropietarios de Miraval se habían unido a la familia Péters en Champagne para comenzar un nuevo proyecto.
Según la Revista Forbes, la pareja de estrellas, propietaria de la finca, entabló una relación comercial con la familia Pérrin, productores de vino locales, propietarios del 50% de la empresa Miraval.
La familia Péters, establecida en Le Mesnil-sur-Oger, es reconocida internacionalmente por su Champagne, y especialmente por el estilo blanc de blancs, que elabora con sus propias uvas desde 1919.
“Fleur de Miraval es la culminación de cinco años de trabajo, investigación y degustación, realizados en el más absoluto secreto”, dijo a Decanters Rodolphe Péters, quien hoy dirige la finca de 50 hectáreas de su familia, de las cuales 40 hectáreas se encuentran en viñedos grand cru.
Según los reconocidos productores franceses, “Brad Pitt ha estado totalmente comprometido con la creación de este Champagne, y que no se trata de un nuevo vino de las Celebrities sino un auténtico proyecto de viticultores que combinan su experiencia, habilidades y pasión”.
Los consumidores pueden esperar notas picantes de grosella roja y frambuesa, junto con una delicada mineralidad impartida por las uvas Chardonnay.
La bebida está concebida bajo el método saignée del viejo mundo. Una técnica, fundamental para la elaboración del vino rosado, que extrae una porción del jugo exprimido después de que ha estado en contacto con las semillas para producir un vino mejor y más atrevido.
Este rosado se cría durante tres años en la oscuridad de la bodega de Le Mesnil-sur-Oger. El champán es particularmente sensible a los rayos ultravioleta y a la luz solar, y la botella Fleur de Miraval está lacada para evitar exponer el vino a la luz.
“Es un vino muy exclusivo, ya que en la primera edición solo se han elaborado 20.000 botellas”, añadió Péters.
