Bodegas argentinas se preparan para promocionar sus vinos de altura en China

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Cinco bodegas de la cordillera occidental de Argentina se preparan para llevar sus vinos a la segunda Exposición Internacional de Importaciones de China (CIIE, por sus siglas en inglés), que se celebrará en noviembre próximo en la ciudad china de Shanghai (este).

Se trata de las bodegas Puesto del Marqués, Quebrada de las Flechas, Puna, Las Mojarras y Hualfín, radicadas en los valles Calchaquíes del noroeste argentino, a más de 1.900 metros sobre el nivel del mar.

En ese lugar, la complejidad del cultivo de las vides le otorga especial singularidad a los vinos malbec y torrontés, con los que participará el país sudamericano en la CIIE, con miras a ganar terreno en el creciente y pujante mercado del país asiático.

El perfume, terminación en boca, cuerpo y color, son algunas de las características de los vinos de altura argentinos, pero su principal distinción está dada por las adversas condiciones geográficas que enfrentan las viñas en la región, razón por la que son considerados “únicos en el mundo”.

El enólogo, Leandro Vera, y la encargada de Comercio Exterior de las bodegas Puesto del Marqués y Quebrada de las Flechas, Analía Basualdo, explicaron a Xinhua dichas características tras un recorrido por Puesto del Marqués, ubicada en la provincia argentina de Catamarca (noroeste).

“Nuestras bodegas arrancan desde los 1.900 metros sobre el nivel de mar y llegan a los 2.900 metros, son de las viñas más altas del mundo”, explicaron.

“Las condiciones geográficas para que crezca la vid son realmente muy adversas; se necesita mucho esfuerzo, trabajo e inversión, y para nosotros cada una de nuestras uvas son verdaderas joyas porque es muchísimo el esfuerzo para lograrlo”, sostuvieron.

Las vides de los valles Calchaquíes crecen en suelos pedregosos, agua incipiente y una amplitud térmica que supera los 20 grados entre el día y la noche, registrando en ocasiones temperaturas bajo cero.

Por ello, se requiere de un laborioso cuidado que se complementa con el uso del agua del deshielo y la inexistencia de agroquímicos.

Las cinco bodegas argentinas, asentadas en distintas provincias del país, forman parte del consorcio que tiene una capacidad productiva anual de ocho millones de botellas, buscando exportar a China un 8 por ciento del total de su producción, es decir, unos 30 contenedores por año.

En total son seis marcas y 30 etiquetas procedentes de las provincias de Salta (noroeste), Catamarca y La Rioja (noroeste) las que estarán presentes en la exposición.

Dentro de esta marcas, resaltó Basualdo, se incorporan muestras de blend, así como vinos de reserva preparados especialmente para enólogos chinos.

“Mucha gente de China nos ha visitado y también nosotros nos hemos acercado allá para que conozcan nuestros vinos y nosotros podamos aprender sobre sus gustos”, dijo la encargada de Comercio Exterior.

“Tenemos unos 18.000 litros de reserva adaptados a los gustos de enólogos chinos con los que hemos tenido oportunidad de reunirnos”, agregó.

Esta será la sexta vez que el grupo exportador viaje a China, tras sostener reuniones permanentes con importadores y distribuidores chinos interesados, por lo que la CIIE representa para ellos una “oportunidad para fortalecer los vínculos con esos potenciales clientes”.

En ese sentido, Basualdo rememoró que, aunque la primera vez que asistieron a la exposición china fue como visitantes, quedaron “impactados con el potencial de negocios”, por lo que se prepararon para participar más activamente en esta edición.

“Nos dimos cuenta de que teníamos que prepararnos este año para participar de manera más activa y de las acciones comerciales que hemos planteado en nuestra estrategia anual, la CIIE es la más importante”, resaltó.

Los centros logísticos convenidos recientemente entre China y Argentina han permitido incorporar los vinos de altura argentinos al mercado del país asiático y responder con inmediatez a los pedidos de clientes.

Actualmente, hay presencia de malbec y torrontés de las marcas Puesto del Marqués y Quebrada de las Flechas en Shanghai, Tianjin (norte) y Shenzhen (sur).

La encargada cuenta cómo antes, si un cliente chino pedía mercadería, tenían que “pensar en 45 días de buques más la salida de los vinos desde las bodegas hasta Buenos Aires, por lo que podíamos hacer entrega de los vinos en 60 días”, pero todo cambió con la llegada de los centros logísticos.

“Ahora, a partir de los ‘hubs’, podemos hacer entrega prácticamente inmediata y es una enorme ventaja que además nos acerca como países”, explicó.

Las cinco bodegas argentinas persiguen ofertar sus vinos en cadenas de restaurantes y hoteles del país asiático, al mismo tiempo que trabajan en el posicionamiento de plataformas en línea pequeñas y especializadas.

Su objetivo, según los representantes, es trabajar en “relaciones de largo plazo” que permitan además fortalecer los vínculos entre ambos países.

Fuente: Xinhua

 

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